Saltar al contenido principal

¿Qué sucede en caso de litigio?

A veces un proyecto no se desarrolla según lo previsto: una comprensión diferente del alcance del proyecto, una necesidad inicial a veces imprecisa, un cambio en el descriptivo de tareas, puntos de vista divergentes durante el proyecto, una cuestión de gustos, una falta de intercambios regulares...

En todos estos casos es importante restablecer una comunicación sana y llegar a un acuerdo lo antes posible. 

El rol de Malt

El equipo de Malt está aquí para ayudarte en la resolución de estas disputas:

  • Restablecer o asegurar la comunicación entre las diferentes partes
  • Proponer soluciones basándonos en nuestra experiencia
  • Aclarar las normas contractuales y opciones posibles en cada situación

El contrato del proyecto (presupuesto, factura) se firma directamente entre el freelance y el cliente. Esto significa que la resolución de la disputa es de la responsabilidad tanto del cliente como del freelance

Malt es un intermediario en este contrato: por lo tanto, nuestros equipos no están habilitados para tomar una decisión en un sentido o en otro, para evaluar la calidad técnica de una prestación, para juzgar el fondo de un litigio, para obligar a un freelance a realizar una prestación o para imponer el pago de una factura a un cliente.

Prepárate

Es importante que estés preparado para entablar una discusión constructiva para encontrar un resultado favorable a tu controversia, escuchar la posición de tu interlocutor (¿qué harías, qué esperarías en su lugar?) y ser contundente en tus propuestas. 

Evidentemente, nos interesa encontrar una solución favorable a los litigios y conseguimos llegar a un acuerdo en el 80% de los casos remitidos a nuestro equipo (que representan menos del 1% de los encargos realizados en Malt).

Reembolso en caso de litigio

El seguro de AXA no cubre el reembolso de del proyecto ni puede garantizar el pago al freelance en caso de litigio. El seguro de AXA que cubre los proyectos es una responsabilidad civil profesional (más información aquí).

La responsabilidad profesional cubre los daños que puedan resultar de un accidente o un error (por ejemplo, un incidente que provoca un retraso en la entrega ocasionando la pérdida de un contrato, un error que provoca una pérdida de facturación de una página e-commerce). No es una garantía de la correcta ejecución de un servicio o una protección en caso de rendimiento o calidad insuficiente.